Ayer lunes junto a mi amigo Juan nos hicimos una escapadita al dique, por la tarde. En nuestro caso estas salidas son bastante habituales, ya que por suerte vivimos a minutos del dique.
Me encontraba llevando a mis hijos al cole, sin pensar en lo mas mínimo en ir a pescar, cuando recibo un mensaje de Juan que me dice: Tengo ganas de rajar a hacer unos tiritos, ¿te prendés? Obvio le dije... A las 14 me tocaba bocina en el portón de mi casa con el bote enganchado a su camioneta. A la media hora éste ya flotaba en la costa de Potrero. A partir de ese momento fueron casi 2 horas de renegar para sacar alguna mojarra para carnada: hasta abajo de puente del San Pedro las buscamos.
Recién a eso de las 4 y media pudimos tirar las cañas. Líneas de vuelo, anzuelo de abajo a 30 del fondo (8 mts), zona: Frente a Mamonde. Enseguida tuvimos pique de pejes chicones: 24/25 cm, con alguno que otro de 30. A eso de las 6 o 6 y pico llevábamos unos 30 pejes y habíamos devuelto 5 o 6 bagres, cuando tengo un nuevo pique y al clavar siento como si le hubiera acertado a un tronco. Uff, un nuevo bigotudo, me dije. Pero no, al instante la línea viajó a mil hacia la izquierda enredando la otra caña. !Ah la m.. grité! ¡Éste es un matungazo!!! A lo que Juan me contesta: cansalo bien que no tengo copo.... imaginen el julepe de perderlo. Fueron minutos eternos hasta que lo tuve al lado del bote, al peje, junto a un manojo de tanzas ya que a esta altura eran 3 las cañas enredadas. Por suerte lo pude tomar con la mano y subirlo a bordo.
Pesó 1,050 kg y midió 47 cm. Y fue en Los Molinos
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